Antes de comenzar, vamos a puntualizar un poco el título del artículo.

Diferencias, diferencias las hay entre un estilo y otro, pero hemos de dejar muy claro que en el mismo nombre y concepto de YOGA viene implícito el significado de UNIÓN (con uno mismo y con el entorno y espacio al que pertenece), por lo que propongo al lector/a interesado en profundizar sobre los orígenes del yoga y las sutiles ramas que han ido surgiendo a lo largo de los siglos, que deje su mente abierta para que tenga cabida TODO y asuma que el pilar fundamental del YOGA: es la unión de cuerpo-mente-espíritu.

Ahora, con los conceptos algo más claros, podemos empezar. Nuestra mente occidental, tan analítica y ávida por concretar y poner fechas, va a tener que hacer un interesante trabajo de aceptación.

LOS ORÍGENES DEL YOGA

Más de 5.000 años contemplan los inicios de esta disciplina. Nacen como enseñanzas primitivas que se transmitían oralmente y en secreto de maestro a discípulo. El yoga tiene un origen, sin duda, pero es difuso y dada su larga trayectoria de transmisión oral, ponerle una fecha de inicio es casi imposible.

Eso sí, el yoga nos ofrece por primera vez una comprensión global y una mirada integral de la profunda conexión entre nuestra mente y cuerpo.

Con el paso del tiempo, gran parte de esas enseñanzas fueron transcritas hasta llegar a nosotros. Innumerables estudiantes y practicantes durante todos estos miles de años han ido aportando sus propias experiencias, de las que nacerán los distintos linajes, estilos y variaciones. Para entender y poder contextualizar el Yoga hemos de saber dónde localizarlo.

LAS SENDAS DEL YOGA

Aunque el yoga es uno, dentro del mismo se puede llegar a esa unión por caminos diferentes:

-KARMA YOGA: el yoga de la ACCIÓN. La vía para alcanzar el estado de yoga (unión) es a través del espíritu de servicio, entrega y desapego en las acciones cotidianas.

-BHAKTI YOGA: el yoga de la DEVOCIÓN, del amor puro. El practicante canaliza toda su práctica al objeto de su devoción: la humanidad, la naturaleza, el maestro, la Divinidad…

–GÑANA YOGA: el yoga del CONOCIMIENTO. Primero, se analiza y examina lo que se quiere conocer a través de la mente racional; después, mediante un proceso de indagación, se trabaja el poder trascender la mente racional. “No creas nada que no experimentes por ti mismo” es una de las premisas fundamentales del gñana yogui.

–RAJA YOGA: el yoga MENTAL. Es la vía de la introspección. Esta senda se suele identificar con el sistema y la estructura de los Yoga Sutras de Patanjali. También abarca otros sistemas como: Kundalini Yoga, Kriya Yoga, Mantra Yoga o Dhyana Yoga (como se describe en el Bhagavad Gita)

–HATHA YOGA: el yoga FÍSICO. El más conocido y practicado en occidente, aunque posiblemente, ya estemos viendo como nuestra visión era realmente limitada de lo que creíamos que es yoga. En Hatha Yoga la disciplina empieza por el cuerpo, lo que puede resultar mucho más asequible que abordar directamente la mente.

A través de la consciencia y observación del cuerpo, el equilibrio físico que se produce manejando adecuadamente la energía vital por medio de la respiración (Prana), facilita el asentamiento y estabilidad de la mente. La respiración es el canal de conexión entre el cuerpo y la mente.

¿DÓNDE ENTRA EL YOGA TIBETANO?

La práctica de Lu Jong nace al abrigo del Hatha Yoga y tiene raíces fundamentales en el Bonn, la Medicina Tibetana, la Astrología Tibetana y el Budismo Tantrayana.

Insistimos: las enseñanzas son transmitidas de maestro a discípulo de forma oral y secreta.

Sin embargo, las sutiles diferencias de las que deriva el Yoga Tibetano del Hatha Yoga es en el enfoque, forma y movimiento de las posturas del cuerpo. Estas enseñanzas y prácticas fueron de gran valor para los monjes tibetanos que pasaban largas jornadas en retiro y posturas de meditación, lo que les exigía un esfuerzo corporal
importante, que podían sostener perfectamente gracias a estas secuencias de movimientos.

Otra de las características fundamentales del Lu Jong es la gran influencia que tiene de la naturaleza. Sus secuencias de movimientos corporales basados sobre los 5 elementos (aire, fuego, tierra, espacio y agua) dotan al practicante de una enorme conexión con el entorno,pudiendo alcanzar profundos estados de silencio y bienestar físico y mental.

Precisamente, Lu Jong trabaja aunando FORMA (lo masculino) y MOVIMIENTO (lo femenino) con el patrón de la respiración. Con estos tres aspectos combinados, conseguimos algo así como un masaje interno que abre nuestros canales.

Tenemos en total unos 72.000 canales, y diariamente perdemos uno o dos de forma natura debido al proceso de crecimiento o envejecimiento. Pero también ocurre que los canales se bloquean, se rompen, se secan y se tuercen debido a posturas incorrectas, alimentación inadecuada, conductas, hábitos y ejercicios inadecuados, emociones negativas etc. En consecuencia, ocurre que aceleramos el envejecimiento o enfermamos
innecesariamente. Pues cuando los canales están bloqueados, la respiración y la energía (el viento sutil) no fluye y nos sentimos bloqueados, con malestar y emociones negativas.

Todos estos términos los vemos también en Hatha Yoga (HATHA yoga = la unión del sol (HA-masculino) y la luna (THA-femenino). Dentro del cuerpo simbolizan la fuerza vital (sol) y la fuerza mental (luna). Cuando estas dos fuerzas se unen y equilibran, se despierta una tercera fuerza = Kundalini: la energía espiritual.

La teoría está muy bien. Tener información es básico. Sin embargo, nada como la experiencia directa en primera persona para qué se está practicando y poder ver la realidad tal y como es.

En Yoga Gompa te damos la oportunidad de practicar ambos estilos, tanto Hatha Yoga como Yoga Tibetano.

Experimenta, siente, vive qué es lo que va mejor para ti.

¡Te esperamos!
Infórmate y reserva tu plaza.