En el vasto mundo del yoga, más allá de las posturas físicas y la respiración consciente, existen principios éticos profundos que guían el camino hacia una vida plena y equilibrada.

Estos principios se conocen como Yamas y Niyamas, que pueden entenderse como las “reglas de conducta” y las “observancias personales“, respectivamente.

Yamas: Restricciones Éticas

Los Yamas son principios que nos ayudan a cultivar una relación armoniosa con los demás y con el mundo que nos rodea:

• Ahimsa: La no violencia en pensamientos, palabras y acciones. Se trata de cultivar compasión hacia uno mismo y hacia los demás.
• Satya: La verdad y la sinceridad en todas nuestras interacciones. Significa ser auténtico y honesto en nuestras palabras y actitudes.
• Asteya: La no posesión indebida. Más allá de no robar físicamente, implica no tomar lo que no nos pertenece emocional o espiritualmente.
• Brahmacharya: El uso consciente de la energía. Tradicionalmente asociado con la moderación sexual, también se interpreta como el control de nuestros impulsos y deseos.
• Aparigraha: La no acumulación innecesaria. Fomenta el desapego material y emocional, viviendo con la cantidad justa de recursos.

Niyamas: Observancias Personales

Los Niyamas son principios que nos ayudan a cultivar una relación equilibrada con nosotros mismos:

• Saucha: La purificación física y mental. Involucra la limpieza del cuerpo y la mente, así como la elección de pensamientos y alimentos saludables.
• Santosha: El contentamiento y la gratitud. Apreciar lo que tenemos y aceptar las circunstancias de la vida con serenidad.
• Tapas: La autodisciplina y el esfuerzo constante. Significa cultivar una voluntad fuerte y perseverar en la práctica, a pesar de los desafíos.
• Svadhyaya: El autoestudio y la reflexión. Implica el aprendizaje continuo sobre uno mismo a través de la introspección y el estudio de textos sagrados.
• Ishvara Pranidhana: La rendición al Ser Supremo. Se refiere a confiar en un poder superior y al propósito más grande que guía nuestras vidas.

Viviendo de acuerdo con estos principios, los Yamas y Niyamas no solo enriquecen la práctica del yoga, sino que también ofrecen herramientas prácticas para cultivar paz interior, claridad mental y armonía en nuestras vidas diarias.